Claro que sí...claro que son las 3 de la tarde y yo me siento encendido por dentro y como si fuera un puto cigarrillo encendido...y es que todo me viene a la cabeza y es que ese todo se cubre de cigarrillos y de una densa niebla espesa que sabe a alquitrán y a nicotina. Menudo mono tengo, menudo monazo, menuda historia más jodida...es que me doy pena a mi mismo. Y ¿quién era el que decía que el mono del tabaco más o menos se podía llevar?, no sé, lo diría uno que se fumaba dos cigarrillos al día y que de repente se quito de fumar, pero un tío chimenea como yo, que se fumaba la friolera de 40 cigarrillos al día, que de repente deje de fumar, no sé, le produce escalofríos, arcadas, vómitos, convulsiones y temblores y una diarrea que no veas y por eso yo digo, que estoy con un mono en condiciones.
Sí pasa una cosa, que ya no sé que hacer: que si adelantarme la toma de mis pastillas (las que tomo para dejar de fumar), que si salir a dar una vuelta, que si comerme un rico caramelo o una sabrosa fruta o ir al cine o si me apuras, incluso ir a ver un puto partido de fútbol...lo que sea, con tal de entretener mis entendederas y sacarme el puto mono de encima. Yo hace muy poco tiempo, consideraba que lo del tabaco era imposible de vencer, por lo menos conscientemente y por eso estaba empeñado en recurrir a la hipnosis y claro...., yo lo que buscaba inconscientemente, era la ley del mínimo esfuerzo.
Pero yo no soy muy ducho en el escapar de los grandes retos, de alguna manera tengo que sufrirlos y sangrarlos y por eso al final, me veo abocado en ésta ardua y dolorosa lucha. Ahora creo que mi mayor tortura sería ver a un tío o a una tía fumándose un cigarrillo delante de mis narices ¿y no sé que haría?, si directamente lo mataría o le arrancaría el cigarrillo de su boca y para llevarmelo a la mía...
Sí pasa una cosa, que ya no sé que hacer: que si adelantarme la toma de mis pastillas (las que tomo para dejar de fumar), que si salir a dar una vuelta, que si comerme un rico caramelo o una sabrosa fruta o ir al cine o si me apuras, incluso ir a ver un puto partido de fútbol...lo que sea, con tal de entretener mis entendederas y sacarme el puto mono de encima. Yo hace muy poco tiempo, consideraba que lo del tabaco era imposible de vencer, por lo menos conscientemente y por eso estaba empeñado en recurrir a la hipnosis y claro...., yo lo que buscaba inconscientemente, era la ley del mínimo esfuerzo.
Pero yo no soy muy ducho en el escapar de los grandes retos, de alguna manera tengo que sufrirlos y sangrarlos y por eso al final, me veo abocado en ésta ardua y dolorosa lucha. Ahora creo que mi mayor tortura sería ver a un tío o a una tía fumándose un cigarrillo delante de mis narices ¿y no sé que haría?, si directamente lo mataría o le arrancaría el cigarrillo de su boca y para llevarmelo a la mía...
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