No sé, yo podía escribir sobre lo que quiero, empiezo a darme cuenta de ello. Como también se le llama, "podía escribir a la carta" y por eso me en el curso de escritura me mandan escribir sobre un tema y al día siguiente está hecho. En realidad voy un poco de sobrado, pero no en plan mal, sino sobrado de bien, de que yo quiero más, de que quiero más clases, de que quiero aprender más, de que me enseñen más, de que tengo mucha prisa y que ya tengo 60 años y quiero saber lo máximo posible e imposible. A mi no me puede la posibilidad y no me doblego ante la imposibilidad, es más me atrae lo imposible y mucho más que lo posible. Lo que está muy claro, es que no tengo 30 años y toda la vida por delante y a mi solo me queda una porción del pastel, pero ¡que porción!.
Ahora tampoco os penséis de que voy de tonto feliz por la vida. Yo creo que voy dando bandazos, que paso del lado feliz al lado oscuro y con suma facilidad y al contrario también me pasa. Es decir, si me siento demasiado feliz me doy un baño en las aguas de la puta realidad y para quitarme de una vez esa parte pegajosa y babosa que tiene la felicidad. Y si estoy demasiado escorado hacia el otro lado hay algo dentro de mi que me hace saltar hacia esa parte feliz que hay en la vida y para así quitarme y también de una vez, tanta amargura de encima.
Que no significa que me chafe y por ejemplo, me deprima. No, porque la felicidad se saborea mejor con algo de amargura. No sé, me pasa que demasiado tiempo en plan feliz de la vida, me endulza todas mis estructuras, me sube el azúcar de la sangre, me enturbia la mente, me obstruye el alma y pasa que al final, me acaba deprimiendo y por exceso de dulce. A mi me gusta mucho el dicho: "una de cal y otra de arena" y por algo será, ¿no?.
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