Te conocí en una playa,
era invierno...
era un Febrero sin frío,
sin lluvia, sin aire que respirar,
como esos meses espesos, raros, extraños,
nublados, inciertos y que de vez en cuando se dan,
y es verdad, que al verte me asusté,
no pensaba que tuvieras cuerpo de mujer,
ni voz, ni piernas, ni brazos, ni lengua...
pensaba en un ente liviano, en un ser sin ser,
hecho de aire y nubes y acabado en un atardecer,
yo pensaba eso
y cuando te vi,
ya soñé que te volvería a ver.
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