Mirar, me encuentro en mi suspirada semana literaria, en mi semana soñada durante todo el año, pues estoy a punto de empezar una cita de tres largos días con una escritora famosa, Elvira Lindo (bueno yo y otras 15 personas más), que no sé que me contará o nos contará, pero en estos casos creo que uno mismo o sea yo, se encarga de crear sus propios y grandes fantasmas. Lo que quiero decir, explicar y demostrar con la evidencia de los hechos, es que si la mencionada escritora tiene un poco de mano izquierda, tendrá ganada a la audiencia y de sobras. ¿Y porqué?, pues porque de principio todo el mundo que asiste a ese encuentro, suspira por ella y hasta hay suspiros de esos que resultan ser demasiado babosos. Vamos, que sólo le hace falta ponerle un poco de gracia a la cosa y caeremos rendidos a sus pies.
Yo creo que en todo o en casi todo importan más los preliminares o la fama o los antecedentes. Está claro que en toda norma hay una excepción y no voy a entrar en la excepción porque el tema de hoy no iba de eso, pero si quería mencionar que soy consciente de que puedo llevarme un palo. Ahora de primeras, pues no, no está en mis planes llevarme un palo, ni una decepción y ni siquiera un disgusto y tener que digerir un mal rollo. Yo voy a ir de buen rollo y reconozco que tres días intensos y donde comemos y hasta cenamos juntos unas 20 personas, que es muy difícil que no surjan malas historias. Pero bueno, voy a darle un punto a la bondad humana y porque en el fondo yo soy como medio jipi reciclado.
Ganas no, inmensas ganas tengo de conocer a la artista escritora. De todas formas yo soy mucho de admirar lo ajeno, pero no de endiosarlo, porque me gusta ver la parte humana de las personas, me gusta admirar y saborear esa parte más "débil" que muchas personas tratan de ocultar. No busco el defecto, pero siempre tropiezo con él y es que hay como una especie de atracción inconsciente entre los dos...
Yo creo que en todo o en casi todo importan más los preliminares o la fama o los antecedentes. Está claro que en toda norma hay una excepción y no voy a entrar en la excepción porque el tema de hoy no iba de eso, pero si quería mencionar que soy consciente de que puedo llevarme un palo. Ahora de primeras, pues no, no está en mis planes llevarme un palo, ni una decepción y ni siquiera un disgusto y tener que digerir un mal rollo. Yo voy a ir de buen rollo y reconozco que tres días intensos y donde comemos y hasta cenamos juntos unas 20 personas, que es muy difícil que no surjan malas historias. Pero bueno, voy a darle un punto a la bondad humana y porque en el fondo yo soy como medio jipi reciclado.
Ganas no, inmensas ganas tengo de conocer a la artista escritora. De todas formas yo soy mucho de admirar lo ajeno, pero no de endiosarlo, porque me gusta ver la parte humana de las personas, me gusta admirar y saborear esa parte más "débil" que muchas personas tratan de ocultar. No busco el defecto, pero siempre tropiezo con él y es que hay como una especie de atracción inconsciente entre los dos...
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