LA VIDA ES MUY RARA

A mi me dicen que estoy a 30 de Marzo y os juro que no me lo creo...si el Verano fue ayer, si las navidades fueron ésta mañana en el desayuno y mi cumpleaños (5 de Febrero) fue hace un minuto. Pues éste va a ser mi esquema vital, el rollo de la rapidez de como pasa el tiempo y todas esas cosas. Porque creo que a partir de una determinada edad (cerca de los 60 años) uno empieza a querer saborear cada segundo que le queda de vida (hablo por mi) y a la velocidad que pasa el tiempo no hay segundos ni nada parecido y SÓLO hay veloces sensaciones de páginas pasadas. Por eso recurrimos a la memoria, porque sobre el pasado imponemos nuestra noción del paso del tiempo y aceleramos y enlentecemos el segundero y según nos vayan las cosas.

Pero señores, la vida es muy rara y por eso se permite el lujo de jugar con nosotros. O sea, yo ya voy mayorcito y talludito y va la vida y me obsequia con una memoria retrógrada que jamás tuve, pues pasa que ahora recuerdo mi niñez como si fuera ayer y con todas sus vistas, risas, olores y pasiones. Yo creo que es un regalo con toda la mala leche del mundo (también le llaman, regalo envenenado) porque cuando te estás bañándote todo jovencito en una preciosa playa, de repente se enfría la cosa y te ves, que se te caen las carnes y los dientes al suelo y porque la realidad se impone y es que tarde o temprano la realidad siempre se impone y claro, la hostia es descomunal.

Yo que todos los días y noches lucho racionalmente por asumir mi vejez, va la vida y me pone cara de niño con granos. De todas formas la vida a éstas edades se cuela por todos los resquicios y ve un recuerdo y se mete en él y ese recuerdo te lleva a otro y al final, te monta un pollo cerebral que te cagas...

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JULIO CORTÁZAR