Domingo y día 15 de Abril y he cumplido mis principales tareas dentro de mi ritual dominguero, que son: darme una vuelta dominguera y comparar el periódico dominical con su suplemento semanal. La vuelta dominguera es como la de cualquier día, pero se diferencia en que tiene que haber sol dominical y niños, perros o familias paseando bajo la suave caricia de ese sol. Lo del periódico es otro tema, porque el periódico dominical viene más denso de contenido y eso lo hace más interesante (claro, dentro de lo que cabe) y lo del suplemento semanal sirve para renovar la biblioteca de mi cuarto de baño, pues su formato es ideal para leer artículos cortos mientras cagas (con perdón, pero así es). "Cada cosa tiene su lugar y sitio"... y aunque ésta frase se va al carajo con el primer descontrol que tengas, no la puedes perder de vista y la pregunta es: ¿y porqué?.
Pues seguramente será porque siempre necesitamos tener un determinado orden, que no siempre se cumple ni se cumplirá, pero que de alguna manera, nos gusta rozar y tocar. ¡Joder!, yo he conocido gente desordenada in extremis y alguna estaba hundida dentro de su desorden y en cambio otra, se consideraba una persona ordenada dentro de su puto desorden, por tanto, el que uno perciba su propio orden o desorden vital depende de como funcione su percepción. O sea, sin percepción no hay orden o desorden vital y simplemente, hay lo que hay...
Yo sé que mi orden es especial o lo que es lo mismo, es un orden desordenado y claro que tiene mi sello y mis características e incluyo tanto las ventajas como las desventajas. Bueno, ahora mi desorden vital no me produce tanto daño como antes, porque he aprendido a tenerlo conmigo y eso incluye admitir mis propias limitaciones. Vamos, que ahora me olvido de algo y ya no me fustigo como antes, aunque sigue vivo el reflejo de castigo y mi primera intención sigue siendo "cortarme los huevos"...pero después llega la sabiduría humana y me dice: "qué se los corte otro".
Pues seguramente será porque siempre necesitamos tener un determinado orden, que no siempre se cumple ni se cumplirá, pero que de alguna manera, nos gusta rozar y tocar. ¡Joder!, yo he conocido gente desordenada in extremis y alguna estaba hundida dentro de su desorden y en cambio otra, se consideraba una persona ordenada dentro de su puto desorden, por tanto, el que uno perciba su propio orden o desorden vital depende de como funcione su percepción. O sea, sin percepción no hay orden o desorden vital y simplemente, hay lo que hay...
Yo sé que mi orden es especial o lo que es lo mismo, es un orden desordenado y claro que tiene mi sello y mis características e incluyo tanto las ventajas como las desventajas. Bueno, ahora mi desorden vital no me produce tanto daño como antes, porque he aprendido a tenerlo conmigo y eso incluye admitir mis propias limitaciones. Vamos, que ahora me olvido de algo y ya no me fustigo como antes, aunque sigue vivo el reflejo de castigo y mi primera intención sigue siendo "cortarme los huevos"...pero después llega la sabiduría humana y me dice: "qué se los corte otro".
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