Veo que algo pasa,
que pasan los días
que se acuestan las noches
que los ríos se llenan de bullicio
y de gotas de escarcha
y que a veces, hasta se envuelven de fina niebla
que se deshace como tú y como yo,
que nos diluimos a media mañana
y al compás de las 12 campanadas
y va por ti Bruno, ¡fuiste un buen compañero de viaje!,
y digo yo: ¿y lo poco que duró esa travesía?,
que fue como saltar un charco
o como cruzar un pequeño río
y dicen que no podemos quejarnos,
porque dicen que hay países,
que hay mundos en donde el amor está prohibido
y que no puedes dar un beso
ni mostrar un abrazo de cariño,
por eso me digo muchas veces:
¡va por ti mi querido Bruno!,
por lo menos tú:
has cruzado un bullicioso río
o has atravesado su espesa niebla
o has saltado un charco lleno de agua y te has bañado en su barro,
por lo menos tú has sido tú...
que pasan los días
que se acuestan las noches
que los ríos se llenan de bullicio
y de gotas de escarcha
y que a veces, hasta se envuelven de fina niebla
que se deshace como tú y como yo,
que nos diluimos a media mañana
y al compás de las 12 campanadas
y va por ti Bruno, ¡fuiste un buen compañero de viaje!,
y digo yo: ¿y lo poco que duró esa travesía?,
que fue como saltar un charco
o como cruzar un pequeño río
y dicen que no podemos quejarnos,
porque dicen que hay países,
que hay mundos en donde el amor está prohibido
y que no puedes dar un beso
ni mostrar un abrazo de cariño,
por eso me digo muchas veces:
¡va por ti mi querido Bruno!,
por lo menos tú:
has cruzado un bullicioso río
o has atravesado su espesa niebla
o has saltado un charco lleno de agua y te has bañado en su barro,
por lo menos tú has sido tú...
No hay comentarios:
Publicar un comentario