Quizá vosotros lo tengáis más claro que yo, porque yo a veces dudo y dudo más de lo que yo quiero y quisiera dudar. Aunque todo hay que decirlo: me gusta dudar y practico ese ejercicio cada día que pasa, es decir, me entreno como los corredores que todo lo corren, pero la diferencia está en que no necesito zapatillas de correr, simplemente pongo mi Cerebro a disposición del Pensamiento y así de fácil es. Y dudar y dudar, pero eso sí, siempre decidiendo y es de eso de lo que me quejo, que a veces me dejo llevar por las indecisiones y venga que sí y venga que no y venga que no sé y mientras las horas y los días pasan...y van pasando los días y al final de mes tengo que decidir todo y por cojones, porque eso sí, no puedo pasar al mes siguiente con tareas pendientes.Y sabéis ¿porqué?...pues porque cada mes se acumulan temas y problemas y si los vas dejando de lado y en el mismo saco de las indecisiones, os juro que al cabo de un año estaréis alucinando ante el tamaño que fue adquiriendo ese saco sin fondo. Y yo esto lo hice durante años (unos 10 años) y por eso llevo 5 años desgranando mi maldito Cerebro, porque a todo esto yo sé que ahora me quejo por vicio o me quejo por llamar mi atención o sea, para que no me descuide con éste tema me doy toques de atención. Coño, hago política de prevención (a veces alucino con lo amañadito que soy) y así intento acumular lo menos posible y aún así hay veces que te encuentras con varias cosas pendientes que no sabías que las tenías pendientes.
Por eso soy de los que pienso que andar día a día está muy bien si vas resolviendo problemas y dando distintas soluciones y por tanto se supone que lo tendrás que hacer a cada día que pasa, como leyendo y cerrando capítulos de un libro. Lema: no acumular problemas. Táctica: ir directamente a la yugular de los problemas. Estrategia: no perder nunca de vista el objetivo, que es lo más feliz que puedas y si yo soy más feliz dudando y decidiendo,. pues será mejor que lo dejemos asó, ¿o no?.
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