UNA GRAN SORPRESA

Hoy tuve una sorpresa y menos mal, porque últimamente tengo muy pocas. Pues resulta que una vieja amiga de más o menos mi edad me invitaba a acudir a mi Galicia natal a una gran fiesta en honor  a cumplir los 60 años y un día (sic), pero no es o no será una fiesta cualquiera, será una fiesta con chiringuitos, con comida y bebida y una fiesta en medio de una acampada libre, con música, con fiesta, con Chiringuitos, con comida, con bebida y en medio de una Carballeira (Robledal) con su maravillosa sombra y su entrañable humedad. Pues el caso es que no veo a mi amiga desde hace más o menos 30 años y claro, me mandó un whatsapp y lo primero que hice después de leer su invitación fue ver la pequeña foto que la identifica y sí y sí era ella, y han pasado esos 30 años y parece que la vi ayer o anteayer, vamos que la identificaría perfectamente en cualquier calle y le diría: ¡Hola Lurdes! ¡qué bonito día! y digo que bonito día, porque después de más de 30 años el día tiene que estar bonito sí o sí.

Y en la foto ella también estaba bonita y preciosa y de repente acudieron a mi pobre mente un mogollón de bellos recuerdos con ella o alrededor de ella y bueno, durante un rato floté (yo creo que un largo rato) entre sus ojos verdes ( o soy el que se los pone verdes y a lo mejor son marrones, porque hasta los recuerdos cambian) y su amable simpatía y creo que son las dos cosas que más recuerdo de ella: sus preciosos ojos verdes (o marrones) y su risa combinada con su maravillosa ironía y si me apuras más y me voy a apurar más, hablaría de su delicadeza y expresividad. ¡Joder! parezco un enamorado pero no lo estoy, simplemente estoy agradecido por haberla conocido y que un día como el de hoy, que se acordara de la existencia de mis huesos, ya que les va quedando menos para convertirse en polvo del camino.

Mira, mi querida Lurdes: yo te eché en falta millones de veces y de alguna manera siempre me arrepentí un poco o un mucho de no seguir en contacto y viéndonos y contándonos y riéndonos y saboreando tu fina ironía y el sonido de tus amables carcajadas y que decir de esos maravillosos ojos verde esmeralda o marrones con Pupilas de Miel y verde y miel y  ¿que más da?...porque para observar la belleza da igual el color que tengan los ojos y lo importante es lo que corre por dentro de ellos...y bueno...Lurdes me despido y gracias y sobre todo gracias por acordarte de mi. ¡Besos!. Como no tengo tu correo me veo obligado a escribir esto en mi Blog y espero que no te moleste.

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JULIO CORTÁZAR