Si ya llevo diciendo varios años diciéndolo, como unos 5 años y porque desde esa fecha me acuerdo siempre de los Muertos y por eso los felicito en su día, que es por supuesto hoy, hoy el día 1 de Noviembre y es el día de todos los Muertos y nada de todos los Santos, que la Iglesia Católica es muy pilla y lo reconvierte todo en Santo. Y muerto significa que está muerto y punto y no tiene nada que ver la Santura o Santeza de la santa madre iglesia. ¡Joder! para un día y noche que los muertos tienen de celebración al año, van algunos que eso sí, son demasiado poderosos y le quieren joder su tan entrañable celebración. Los muertos hoy pasean por las calles de los Pueblos, por la ciudades ya no, las ciudades les resultan demasiado grandes y ruidosas y es que ellos, quieren un entorno a su alrededor, entrañable, silencioso, familiar, recogido y por lo tanto pequeño. Ellos hacen su procesión en absoluto silencio y por ello también exigen silencio a su alrededor. Hay pueblos, como parte de mi pueblo gallego, que ese día los cuidan y los miman y en las ventanas les van dejando agua y comida y porque es un puto día de Celebración y en donde a la muerte se le ensalza. No hay miedo a la muerte, hay una continuidad entre la vida y la muerte y por eso las dos, son dos acontecimientos que son motivo de celebración.Además la muerte no es la venganza de la vida, la muerte es como un agujero negro que tiene salida a otra vida o a algo parecido...que yo no sé describir, pero que tú tampoco...porque solo los muertos saben lo que hay al otro lado...los vivos siempre nos quedamos con las ganas de saber lo que hay al otro lado...algunos dicen que una luz al final de túnel y bueno, puede que si o puede que no, puede que la luz nos haya quedado encendida o puede que se haya apagado con el soplo que nos produce la muerte. Hay quién también nos dice que hay un Cielo, un Cielo que sabe a nubes, a pureza blanca, a ángeles con alas...pero en éste concepto también va incluído el IVA o sea: el Infierno, por tanto falta el Demonio con su rabo a cuestas, con sus cuernos ramificados, con su caldera siempre encendida y con su rostro teñido de rojo sangre.
No debíamos tener miedo a la muerte y sí debíamos tener miedo a la forma en que nos tocará morir y porque no es lo mismo morir de sopetón o suavemente o dulcemente, que morir sufriendo como un perro rabioso y retorciéndote de dolor. Mirar una cosa, yo a éstas alturas de mi vida ya huelo a la muerte, vamos que la intuyo y porque desde luego está mucho más próxima que antes y tengo que decir que no tengo miedo y que seguiré luchando por una muerte digna para todos, claro que también sé que para lo que me queda en el convento me cago dentro y por eso me agarro a cada segundo de vida como si fuera el último de mi vida...Y un consejo (nunca doy consejos, pero hoy si lo doy): roguemos para que la muerte venga con su guadaña y para morir ipso facto y no se dedique a jugar con nosotros con una muerte sufriente y dolorosa, porque esa es la peor tortura que hay en la vida.
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