LA SEQUÍA Y MI FUNERAL

                                               A veces escuchando música me entran ganas de llorar y porque mi sensibilidad se dispara tanto que mis glándulas lagrimales van y dan la orden de llenar sus depósitos de lágrimas...pero hasta ahí llega la cosa, justo hasta ahí y los depósitos se me quedan llenos de lágrimas pero por fuera no me sale ni una sola y penosa lágrima. Yo también estoy seco y porque yo me mimetizo con mi entorno y si no llueve yo no a poner me a desperdiciar lágrimas húmedas, digo yo que tendré que recargarme con la lluvia y después podré abrir el grifo. O sea, que hasta que se ponga a llover y a moco tendido, yo voy a seguir sin llorar y ya me puedo morir que da igual, pues seguiré sin llorar y además, no me veo llorando en mi propio Funeral, porque una vez muerto me veo un poco triste por ser tan etéreo, me un poco alegre por ser tan ligero, me veo con olor a moho y a carne podrida rellena de gusanos y ricas moscas...pero en fin, que me veo bajo todas las formas, pero os puedo asegurar que llorando no me veo. Tampoco voy a caer en el tópico contrario, o sea, que cuando me muera prefiero que me hagáis una fiesta en mi honor y porque no y porque a lo largo de vuestras vidas ya habéis tenido todo el tiempo del mundo para hacer las fiestas que os saliera de vuestros adentros y entonces, no vengáis a joderme en el día de mi Funeral y por eso os digo, que conmigo no contéis.

                                                Pero tampoco quiero velatorios con luz negra y oscura y con velas encendidas rodeando mi putrefacto cuerpo...y porque lo gótico y lo tenebroso se lo dejo para otros, yo en mi vida he sido nunca y nunca es nunca he sido gótico ni tenebroso y menos lo voy a ser el día de mi Funeral. Bien vestidos si os quiero, no quiero cuatro harapos llenos de piojos y un fular al cuello todo mal planchado y no desparasitado. Y nada de pantalones vaqueros, que ya sé que son los que yo llevo siempre...pero una cosa es que los lleve yo en el día a día, pero en los días de celebración o de despedida de un ser querido, me pongo pantalones de más calidad y que te dan aspecto de ir mejor vestido. O sea, que reclamo, pido y exijo un poco de compostura en el vestir y en las relaciones humanas, es decir, que mi Funeral no se convierta en un putiferio o en una orgía sin frenos y de comidas funerarias nada de nada, que cada uno se venga comido de casa y sino que se joda y que pase hambre.

                                                  Yo quiero un Funeral bastante ceremonioso y me refiero a algo muy concreto, yo que quiero discursos de despedida y sobre todo, quiero Versos y Poemas y el resto de la parfernalia de las Ceremonias que todos conocemos, se la dejo para el resto de los muertos...E insisto yo solo pido: que se me reciten hermosos Versos y preciosos Poemas y como sé que la gente se irá aburriendo y poco a poco se marchará, entonces solo pido otra cosa más y es que que alguien compasivo y buena persona (que tendrá que ser alguien muy próximo) siga leyéndome Poemas y hasta que el Gallo cante llegando la madrugada.