Hoy vuelvo a estar en modo avión y me toca estar 24 horas pendiente del teléfono, que tampoco pasa nada ni me voy a morir por ello y en tal caso el que se puede morir y yo espero que no, quizá sea el paciente que me lleve en el avión. Ufff! que negro pensamiento, pero insisto que espero que eso no ocurra y quitémonos de la Cabeza ese mal augurio. No se puede currar con los malos augurios y los peores pensamientos o mejor dicho, no se debe currar con ellos, porque cual cosa nueva o cualquier movimiento extraño los puedes tomar como avisos de que va a pasar algo malo y eso es un sin vivir continuo y desafortunado y porque a partir de ahí, hagas lo que hagas lo vas interpretar como un nuevo signo o aviso de que te va a ir peor con el asunto que tienes entre manos. No sé, para currar tanto con la muerte y tan cerca de la muerte, tienes que tener tus precauciones y una de ellas, es no dejarte dominar por las apariciones del mundo subjetivo. Y ni gatos negros ni hostias benditas, ni el muerto me está mirando y entonces ¿yo que hago? y además, pasa que el muerto también tiene sus derechos y tiene derecho a mirarte las veces que quiera y como quiera.Lo que yo quiero decir es que si entras en el tobogán de las subjetividades más absurdas el final será mucho peor que el principio y entonces para ti todo serán señas y guiños por parte del pobre muerto...que simplemente yace muerto y que precisamente no está buscando amigos, ni enemigos... El muerto al hoyo y el vivo a seguir viviendo y son dos ciclos y que uno sin el otro no podrían existir, pues son interdependientes y están sometidos a la existencia del otro. Por eso no puede haber muertos vivientes, como tampoco vivos muertos y eres o no eres o estás o no estás, pero nada de estoy un poquito...aunque es verdad que lo de los muertos vivientes es algo que sólo se ve en las películas, pero lo de los vivos muertos lo vemos todos los días y lo digo por cuantas veces nos habremos preguntado sobre determinada gente ¿de verdad, están vivos?.
Y vivir no sólo es subsistir, es VIVIR y con letras grandes y mayúsculas. A veces ese rayo de sol que en éste momento entra por mi ventana, es como la vida condensada en un solo rayo y no hacen falta muchas cosas más, es decir, te llena y te llega con la calidez de ese rayo y con su suave tacto, alucinas con el brillo y claridad de sus destellos...en fin, no sigo, porque al final de todo, va a resultar que soy un puto Romántico de mierda y adonde se irá mi fama de duro, frío, arrogante, claro y otro montón de gilipolleces más...
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