Oídme
yo os doy mi palabra
escuchadme
yo os doy mi mano o mi brazo o mi pierna
en fin, os doy partes de mi cuerpo,
menos el alma,
el alma es mía y solo mía,
tiene mi nombre
y solo obedece a mi santo y seña,
yo le grito ¡alma!
y noto como extiende sus alas de hada
y le doy mi seña
y sin más, se abre en dos mitades:
una mitad de luz intensa... la buena,
la cándida, la sencilla, la que ama y quiere
y la otra mitad oscura...la que oculta mis demonios,
la negra, la traidora, la falsa, la cínica,
la que odia y no se justifica
y oídme...
yo os doy una de mis partes
y vosotros me dejáis en paz con mi alma
y con sus dos mitades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario