Ahora escucho y oigo... susurros,
son susurros de voces apagadas,
de viejos temores,
de secretos únicos e íntimos,
de los que me trae el viento,
de los que me enseña la Luna,
de los que se dicen en un día de lluvia,
de los que en día de duelo, hablan de muertos,
de los que se dicen bajo el agua
o bajo el secreto de sumario
o de que los que están escritos en clave de advertencia
cuidado no gritar... ¡peligro de avalancha!,
y ahora, vuelvo a oír los susurros
y noto como me adormecen y me acunan,
es su suavidad la que me enternece,
es su melodía la que me estimula,
son susurros que durante el día apenas se oyen,
y por la noche, parecen repiques de tambores,
y tambores y temores
y susurran los miedos
y me tiemblan la Piel y los Huesos.
son susurros de voces apagadas,
de viejos temores,
de secretos únicos e íntimos,
de los que me trae el viento,
de los que me enseña la Luna,
de los que se dicen en un día de lluvia,
de los que en día de duelo, hablan de muertos,
de los que se dicen bajo el agua
o bajo el secreto de sumario
o de que los que están escritos en clave de advertencia
cuidado no gritar... ¡peligro de avalancha!,
y ahora, vuelvo a oír los susurros
y noto como me adormecen y me acunan,
es su suavidad la que me enternece,
es su melodía la que me estimula,
son susurros que durante el día apenas se oyen,
y por la noche, parecen repiques de tambores,
y tambores y temores
y susurran los miedos
y me tiemblan la Piel y los Huesos.
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