Lo que yo intento decirte,
es que no tengo palabras,
que tras un lo siento viene el olor a tierra quemada,
no queda nada
nada de nada
no queda ni el Faro, ni las Rocas,
ni los vientos, ni aquella mano inquieta,
ni ese beso apocado y tierno,
ni el color miel de tus ojos,
ni aquella sonrisa socarrona,
no queda nada
la vida se lo ha llevado todo,
quizá queden fechas y títulos
y en aquel año y en aquel mes,
conocí a una sirena con dedos mágicos,
no voy a decir su nombre porque lo olvidé hace tiempo,
no puedo describir su cara porque la noto borrosa,
es cara y rostro de ánima o de alma perdida
y cuerpo de sirena con escamas de plata.
es que no tengo palabras,
que tras un lo siento viene el olor a tierra quemada,
no queda nada
nada de nada
no queda ni el Faro, ni las Rocas,
ni los vientos, ni aquella mano inquieta,
ni ese beso apocado y tierno,
ni el color miel de tus ojos,
ni aquella sonrisa socarrona,
no queda nada
la vida se lo ha llevado todo,
quizá queden fechas y títulos
y en aquel año y en aquel mes,
conocí a una sirena con dedos mágicos,
no voy a decir su nombre porque lo olvidé hace tiempo,
no puedo describir su cara porque la noto borrosa,
es cara y rostro de ánima o de alma perdida
y cuerpo de sirena con escamas de plata.
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