19 de septiembre,
...Miércoles...
profunda reflexión la mía,
...Miércoles...,
como si los Miércoles fueran especiales,
como si los Miércoles no estuvieran después del Martes
y antes del confundido y despistado Jueves,
como si los Miércoles fueran festivos sin festividad,
es decir, como si fueran días en que hay algo que celebrar
y sinceramente, hoy es Miércoles...
y no tengo y no encuentro ningún motivo que celebrar,
ni buscando en todos los Miércoles de mi pasado,
que mira que han pasado Miércoles y más Miércoles de todos los colores y sabores,
y bueno y puede que en algún Miércoles hiciera una valiente proeza,
o un bestial desafío a un peligroso enemigo,
a lo mejor en un Miércoles le partí la cara a alguien,
o le arranqué a uno sus huevos de cuajo
o le metí mis dedos en sus cuencas de payaso
y hasta el Cerebro y hasta el fondo de su Lóbulo Frontal,
a lo mejor en un Miércoles le dije a alguien que le quería,
que un día como aquél (el de tan grandioso instante)...
le dije, que nunca lo olvidaría
y ya veis, lo que son las promesas baldías,
dije, nunca lo olvidaría
y al día siguiente, ya estaba olvidado,
que dura es la vida,
que dura, que marchita, que penosa,
que arrastrada maldita,
dices y te comprometes,
hablas y mientras hablas te olvidas del principio,
y ¿donde se quedó aquél compromiso?
a lo mejor aquél compromiso se realizó en un Miércoles cualquiera,
y cuando el Jueves empezó a asomar su cabeza...
el Miércoles dijo no,
dijo...ya no me acuerdo
y puede que sea por mi galopante Alzheimer
o por mi avanzado estado de Parkinson,
o puede que simplemente sea
porque los ríos desembocan en mares carentes de memoria,
y hoy te acuerdas
y mañana y puede que sea Miércoles... pues ya no,
al fin y al cabo, la vida es así de caprichosa
y por eso puede que un Miércoles 19 de Septiembre,
me subiera a un carro de fuego tirado por dos Leones alados
y ya desde las alturas, puede que dijera:
bajarme que me está entrando el Vértigo de los Miércoles
y desde esas ando a ras de suelo,
ando, respiro y vivo...
...Miércoles...
profunda reflexión la mía,
...Miércoles...,
como si los Miércoles fueran especiales,
como si los Miércoles no estuvieran después del Martes
y antes del confundido y despistado Jueves,
como si los Miércoles fueran festivos sin festividad,
es decir, como si fueran días en que hay algo que celebrar
y sinceramente, hoy es Miércoles...
y no tengo y no encuentro ningún motivo que celebrar,
ni buscando en todos los Miércoles de mi pasado,
que mira que han pasado Miércoles y más Miércoles de todos los colores y sabores,
y bueno y puede que en algún Miércoles hiciera una valiente proeza,
o un bestial desafío a un peligroso enemigo,
a lo mejor en un Miércoles le partí la cara a alguien,
o le arranqué a uno sus huevos de cuajo
o le metí mis dedos en sus cuencas de payaso
y hasta el Cerebro y hasta el fondo de su Lóbulo Frontal,
a lo mejor en un Miércoles le dije a alguien que le quería,
que un día como aquél (el de tan grandioso instante)...
le dije, que nunca lo olvidaría
y ya veis, lo que son las promesas baldías,
dije, nunca lo olvidaría
y al día siguiente, ya estaba olvidado,
que dura es la vida,
que dura, que marchita, que penosa,
que arrastrada maldita,
dices y te comprometes,
hablas y mientras hablas te olvidas del principio,
y ¿donde se quedó aquél compromiso?
a lo mejor aquél compromiso se realizó en un Miércoles cualquiera,
y cuando el Jueves empezó a asomar su cabeza...
el Miércoles dijo no,
dijo...ya no me acuerdo
y puede que sea por mi galopante Alzheimer
o por mi avanzado estado de Parkinson,
o puede que simplemente sea
porque los ríos desembocan en mares carentes de memoria,
y hoy te acuerdas
y mañana y puede que sea Miércoles... pues ya no,
al fin y al cabo, la vida es así de caprichosa
y por eso puede que un Miércoles 19 de Septiembre,
me subiera a un carro de fuego tirado por dos Leones alados
y ya desde las alturas, puede que dijera:
bajarme que me está entrando el Vértigo de los Miércoles
y desde esas ando a ras de suelo,
ando, respiro y vivo...
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