Que ese ligero olor a sangre, me entumece,
que ese agradable olor a café, me excita
que el suave aroma de tu pelo, me estimula,
que mis dedos no se cansan de trenzar caminos por tu piel,
que se agotan de explorar rincones y esquinas de tu cuerpo,
que siguen y siguen en una especie de danza maldita,
que suenan cañones de guerra en tu piel de terciopelo,
que se erizan folículos pilosos,
que saludan de pie y se levantan con ardor guerrero,
que empieza la guerra fría
o mejor dicho, la caliente guerra de los sentidos,
que la sensibilidad se pone a flor de piel,
que el gusto desfila a su gusto,
que el placer ha cogido carrerilla,
y se ha instalado en mi Silla Turca,
justo al lado del Quiasma óptico
y al parecer,
sigue instrucciones del Nervio Óptico,
pero mi Cerebro tiene un espejo
y lo que va llegando
es devuelto pero en sentido inverso,
y entre sipnasis y sipnasis neuronales,
desfilan en fila india mis mejores sensaciones,
tengo el gusto, tengo el placer,
tengo el saber hacer
tengo en mi mente y en mis dedos
el paso siguiente
y sin más,
mis dedos marcan nuevos caminos
por tu fría piel de serpiente sin veneno.
que ese agradable olor a café, me excita
que el suave aroma de tu pelo, me estimula,
que mis dedos no se cansan de trenzar caminos por tu piel,
que se agotan de explorar rincones y esquinas de tu cuerpo,
que siguen y siguen en una especie de danza maldita,
que suenan cañones de guerra en tu piel de terciopelo,
que se erizan folículos pilosos,
que saludan de pie y se levantan con ardor guerrero,
que empieza la guerra fría
o mejor dicho, la caliente guerra de los sentidos,
que la sensibilidad se pone a flor de piel,
que el gusto desfila a su gusto,
que el placer ha cogido carrerilla,
y se ha instalado en mi Silla Turca,
justo al lado del Quiasma óptico
y al parecer,
sigue instrucciones del Nervio Óptico,
pero mi Cerebro tiene un espejo
y lo que va llegando
es devuelto pero en sentido inverso,
y entre sipnasis y sipnasis neuronales,
desfilan en fila india mis mejores sensaciones,
tengo el gusto, tengo el placer,
tengo el saber hacer
tengo en mi mente y en mis dedos
el paso siguiente
y sin más,
mis dedos marcan nuevos caminos
por tu fría piel de serpiente sin veneno.
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