ESTO VA POR TI (MI PRIMER GRAN AMOR)

De hecho... he incorporado música a mi vida,

le he añadido un poco más de sal, de pimienta

 y una pequeña pizca de nostalgia añeja y de muy buena cosecha,

y como la música me hace volar

he llegado tan lejos como mis alas pudieron aguantar,

he vuelto a bailar, como se decía de aquellas, agarrado y bien agarrado,

que era bailar juntos y sin soltarse y con los cuerpos enroscándose,

he reincorporado esos viejos olores casi ancestrales

me han llegado unos suaves aromas a colonia afrutada y un poco ácida,

con ese pequeño toque de distinción de las personas que tienen gusto,

y que ahora mismo acabo de comprobar con todo mi deleite olfativo

creo que se ha quedado grabado en la memoria de mi pituitaria

y en su Lóbulo fronto parietal

y en la quinta circonvolución y a mano derecha

y allí se quedó pegado ese aroma a princesa de los mares,

o de aquellas...eras la reina de todas las reinas del universo

y bailando al ritmo de los Beatles... "Let it be"

y por favor...que nunca se acabe la música

y que nunca se agote ese perfume que me embriagaba de aquella manera

de hecho, era tal el placer que la piel se me erizaba en mundos paralelos,

era tal el gusto que me humedecía hasta el tuétano de mis Huesos,

yo era tan sensible como lo soy ahora,

(la calidad no ha cambiado, la cantidad creo que sí)

yo era puro nervio sensitivo descontrolado y siempre a punto de explotar

yo era gusto, sacudidas, temblores de escala 9 y sudores con Fiebre de 39,

y unos dedos (los míos) deslizándose por tu Espalda

y rozando tu Piel de melocotón recién cogido del árbol

 como lo que eras, fruta prohibida del paraíso terrenal,

o dicho de otra forma

 eras la serpiente que se enroscaba dentro de mi Alma

y que cuando me mordías con tus incisivos de loba hambrienta,

me tenía que morir de placer,

de hecho... me moría de placer,

pero al poco rato resucitaba de nuevo

yo creo que me abría en dos mitades,

una, se quedaba con la extraordinaria sensibilidad de tu cuerpo

y la otra, se introducía en la profundidad de tus Poros abiertos,

y juntos éramos casi invencibles,

éramos tan poderosos que ni el mar embravecido, 

ni el viento del Norte, ni las terribles dudas, 

ni los ciclones, ni las peores tormentas,

conseguían calmar nuestras ansias de amar

y esto es lo que nos quedó de aquella guerra,

tus caricias y las mías

 mis primeros besos y tus ardientes deseos,

tus perfumes de pequeña bruja

y aquella hermosa playa que nos cobijaba

¿te acuerdas?

allí, te conocí,

allí, te toqué y te besé por primera vez,

allí nos embriagamos tanto el uno del otro,

que hasta hoy siento tu presencia

¿y qué más te puedo decir?,

pues que han pasado 46 años

se dice pronto...¡¡¡46 años!!!

pero como ves...

de vez en cuando vuelvo a ti.

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