Hoy empiezo regular,
con el ánimo a medio montar,
insistiendo en la persistencia del mismo dolor abdominal,
y haber si realmente no voy a estar jodido
y al final va a resultar que...
que poco a poco me estoy muriendo por dentro,
yo no soy un Hipocondríaco
no hice oposiciones a ese cuerpo de élite,
pero claro de vez en cuando salta la Rana
y me viene un puto ramalazo de lo que no quiero ser,
no quiero y me niego a caer bajo su influencia de telaraña,
y prefiero seguir siendo un guerrero que de vez en cuando se debilita,
me gusta ser batallador incandescente
y si alguien me preguntara ¿que quieres ser?,
pues muy fácil, quiero ser batallador incandescente,
pero volvamos al día de hoy,
hoy no estoy para echar cohetes y ¡viva la fiesta!,
hoy soy más bien un hombre cauto y juicioso
y cada paso que doy me lo pienso dos veces,
hoy podía ser un hombre equilibrado y ponderado,
medidor del resultado de cada idea
y de la inversión que hice en ella,
hoy podía ser hasta un agente inmobiliario
o un corredor de Bolsa (de hasta 500 metros y de ahí no paso)
o en definitiva podía ser lo que para algunos es el hombre perfecto,
sosegado, moderado, amigo de mis amigos,
buen padre, sociable, empático y agradable,
pero que conste y que conste en acta,
que yo normalmente no soy así,
¡hombre! tengo algunos rasgos de los mencionados
(tampoco soy el monstruo del Lago Ness),
soy más bien escorado hacia el desequilibrio más desequilibrado,
hacia lo radical radicalizado y además me encanta tanto lo agradable
como lo desagradable y pongamos al 50% y así todos contentos,
yo lo que sé es que no nací para ir repartiendo abrazos y besos,
((que por cierto, de vez en cuando vienen muy bien)
ni ser miss simpatía y reír todo el santo día,
ni ser un encantador de serpientes y de algunas Víboras,
(que habélas hainas, como las Brujas o Meigas)
ni para agradecer candidamente que me hayas roto el Alma a pedazos,
no señor, eso no sale de mi, ni sale de mis entrañas,
y es que si lo pienso dos veces,
tiendo a considerarme el hombre imperfecto,
yo amo mis imperfecciones,
las cuido, las podo, las riego, les compro un Sombrero,
y salgo con ellas todos los días
y no las escondo, ni las disimulo,
ellas están a flor de piel, están en mi Epidermis,
se cuelgan de mi Cuello,
y se les ve a leguas marinas,
Yo y mis imperfecciones formamos sociedad empresaria,
y claro, pagamos nuestros impuestos por ello,
tenemos beneficios igual a cero
pero eso sí...
nos libramos de todos los moscardones que hay por la vida,
o sea que al final va a resultar...
que los beneficios son al 100%.
con el ánimo a medio montar,
insistiendo en la persistencia del mismo dolor abdominal,
y haber si realmente no voy a estar jodido
y al final va a resultar que...
que poco a poco me estoy muriendo por dentro,
yo no soy un Hipocondríaco
no hice oposiciones a ese cuerpo de élite,
pero claro de vez en cuando salta la Rana
y me viene un puto ramalazo de lo que no quiero ser,
no quiero y me niego a caer bajo su influencia de telaraña,
y prefiero seguir siendo un guerrero que de vez en cuando se debilita,
me gusta ser batallador incandescente
y si alguien me preguntara ¿que quieres ser?,
pues muy fácil, quiero ser batallador incandescente,
pero volvamos al día de hoy,
hoy no estoy para echar cohetes y ¡viva la fiesta!,
hoy soy más bien un hombre cauto y juicioso
y cada paso que doy me lo pienso dos veces,
hoy podía ser un hombre equilibrado y ponderado,
medidor del resultado de cada idea
y de la inversión que hice en ella,
hoy podía ser hasta un agente inmobiliario
o un corredor de Bolsa (de hasta 500 metros y de ahí no paso)
o en definitiva podía ser lo que para algunos es el hombre perfecto,
sosegado, moderado, amigo de mis amigos,
buen padre, sociable, empático y agradable,
pero que conste y que conste en acta,
que yo normalmente no soy así,
¡hombre! tengo algunos rasgos de los mencionados
(tampoco soy el monstruo del Lago Ness),
soy más bien escorado hacia el desequilibrio más desequilibrado,
hacia lo radical radicalizado y además me encanta tanto lo agradable
como lo desagradable y pongamos al 50% y así todos contentos,
yo lo que sé es que no nací para ir repartiendo abrazos y besos,
((que por cierto, de vez en cuando vienen muy bien)
ni ser miss simpatía y reír todo el santo día,
ni ser un encantador de serpientes y de algunas Víboras,
(que habélas hainas, como las Brujas o Meigas)
ni para agradecer candidamente que me hayas roto el Alma a pedazos,
no señor, eso no sale de mi, ni sale de mis entrañas,
y es que si lo pienso dos veces,
tiendo a considerarme el hombre imperfecto,
yo amo mis imperfecciones,
las cuido, las podo, las riego, les compro un Sombrero,
y salgo con ellas todos los días
y no las escondo, ni las disimulo,
ellas están a flor de piel, están en mi Epidermis,
se cuelgan de mi Cuello,
y se les ve a leguas marinas,
Yo y mis imperfecciones formamos sociedad empresaria,
y claro, pagamos nuestros impuestos por ello,
tenemos beneficios igual a cero
pero eso sí...
nos libramos de todos los moscardones que hay por la vida,
o sea que al final va a resultar...
que los beneficios son al 100%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario