MARTES DÍA 2 DE OCTUBRE

MARTES DÍA 2 DE OCTUBRE


Hoy se ha cabreado el viento y se ha puesto farruco,

es tal su fuerza, que me ha tirado dos plantas al suelo

(tengo mi terraza y mi vida llena de plantas)

y vete tú a saber, cuantas más cosas habrá tirado,

el viento fuerte en ésta Isla donde vivo

es el viento del norte o viento de Tramontana,

que no sé muy si son exactamente igual,

pero seguro que son parecidos

o por lo menos sé que se cuelan por la misma puerta

por el ala Norte de la Casablanca...

y como no tenemos montañas ni otras defensas naturales,

entra el viento con toda su confianza y como si fuera su casa,

nos despeina (bueno, despeina a los que tienen pelo)

nos agita, nos remueve, nos aturde, nos levanta, nos incordia,

nos aviva, nos recicla, nos despeja la mente y nos renueva el aire viciado

y cuando se cansa de nosotros, simplemente decide salir,

y se va buscando otras tierras por allén de los mares,

bueno, pues ya tenemos la primera noticia importante del día,

sopla con inusitada fuerza el portentoso viento del Norte

y como ésta Isla tiene dos grandes caras,

la Sur y la Norte y porque su forma es de chorizo alargado,

pues pasaría que si hoy alguien quisiera ir a la playa 

(en realidad, cosa improbable, porque no está el tiempo para ello)

pero hablamos en figurado y si así fuera

tendría que ir al Sur de la Isla

pues la cara Norte en estos momentos está insufrible,

bueno, ya me entendéis, insufrible para quién tuviera planes de playa,

porque para el resto (yo me incluyo)

está divinamente preciosa, 

mar revuelto, inmensas olas, viento en la cara,

belleza salvaje y descontrolada,

claro que ésta Isla no se viene a ver eso,

aquí se viene por sus Calas o pequeñas playas de postal,

agua traslúcida que hace daño a la vista, 

arena blanca o roja en las playas,

Pinos hasta el mismo borde de la playa

y punto y pelota...

podíamos hablar del gusto guiri

y del gusto que tenemos los demás

y es que cuando a un guiri le venden la postal de un sitio,

él tiene que llegar a ver y a tocar el físico de ese sitio,

y sino montan el pollo padre,

a un guiri no le puedes decir que las Calas (o playas vírgenes) están a tope 

y a punto de petar por las costuras,

y simplemente decirles...

¿que os parece el plan B?

  nos vamos a disfrutar de los acantilados de la Isla

y a saborear el mar de los temporales,

el guiri te dirá que no,

que él no vino a ésta Isla perdida a ver unos cuantos temporales de mierda,

que él ha pagado por otra historia...

 de todas formas yo estoy convencido que el plan C tendría más posibilidades,

le ofreces una botella de Ginebra "made in Isla"

Gin Xoriguer, se llama

y os apuesto que el guiri se olvidaría de las playas vírgenes

y hasta de la madre que las parió,

ponle a un guiri (pero guiri inglés de los de verdad)

un vaso de Ginebra en su mano,

y ya puedes cerrar la Bodega por falta de existencias.

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JULIO CORTÁZAR