No nos queda otra,
tú sigue, simplemente sigue
de mi no te preocupes,
estoy acostumbrado a buscarme la vida
y sé permanecer en la sombra el tiempo justo y necesario,
después y cuando me considere preparado,
saldré de mi Cueva de Lobo estepario,
dispuesto a todo,
con hambre hibernada,
con sed de sangre
y con mis colmillos bien afilados,
seré aquél valiente caballero con capa y sombrero,
te acuerdas, fue cuando nos conocimos,
aquella playa, el mar doblando su espinazo,
la arena mojada, el viento suave y tierno
y nosotros dos flotando entre el resto de mortales,
éramos de aíre y viento,
éramos dos globos hinchados de amor fluorescente,
irradiábamos vida por los cuatro costados,
nos tocábamos con la mirada,
sobraban gestos y nos desbordaban los besos,
era lo intangible, lo espléndido, lo indescriptible,
pero de repente aquél globo se pinchó
y porque tenía que ser así y así estaba escrito,
tú sigue, simplemente sigue
y no te preocupes de mi,
porque yo soy un superviviente...
tú sigue, simplemente sigue
de mi no te preocupes,
estoy acostumbrado a buscarme la vida
y sé permanecer en la sombra el tiempo justo y necesario,
después y cuando me considere preparado,
saldré de mi Cueva de Lobo estepario,
dispuesto a todo,
con hambre hibernada,
con sed de sangre
y con mis colmillos bien afilados,
seré aquél valiente caballero con capa y sombrero,
te acuerdas, fue cuando nos conocimos,
aquella playa, el mar doblando su espinazo,
la arena mojada, el viento suave y tierno
y nosotros dos flotando entre el resto de mortales,
éramos de aíre y viento,
éramos dos globos hinchados de amor fluorescente,
irradiábamos vida por los cuatro costados,
nos tocábamos con la mirada,
sobraban gestos y nos desbordaban los besos,
era lo intangible, lo espléndido, lo indescriptible,
pero de repente aquél globo se pinchó
y porque tenía que ser así y así estaba escrito,
tú sigue, simplemente sigue
y no te preocupes de mi,
porque yo soy un superviviente...
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