No se trata de demostrar lo que valemos,
porque primero... la valoración de cada uno es de cada uno,
es subjetiva y además (sería el segundo punto),
siempre te valorarás más que a los demás
(bueno esto es cierto, salvo cuando estás deprimido),
pero hablando en general, esto es casi ley de vida
y entremos en el tercero y sin ningún miedo...
el tercero trata de que no nos gusta oír los malos rollos de uno
y entonces si nos pavoneamos, si nos ponemos gallitos,
si alardeamos con todo nuestro plumaje....
después, no nos quejemos de las consecuencias,
si tu provocas a la plebe
la plebe pedirá tu Cabeza
y si me apuras, hasta te cortará los huevos,
pero hagamos la cronología de los hechos:
y la cosa empezaría como un ronroneo de Gato,
tú escucharías murmullos y miradas a tu espalda
y voces que se van haciendo gigantes
o por lo menos que se van haciendo gigantes dentro de tu Cabeza
y hasta que todo empieza a desbordarte como una riada descontrolada
y de ahí al siguiente paso hay un tris...
y la obsesión asoma su Cabeza dentro de tu Cerebro,
y de las miradas por la espalda pasamos a los puñales por la misma
y entonces, empieza la mayor de las persecuciones...
te sientes perseguido por todos,
por todos los que pasan a tu lado,
por todos los que pasan en la distancia,
por todos los que salen en la tele o en las películas,
también, por los amigos y conocidos...
y durante un tiempo te quedas atrapado en esa locura,
y digo, durante un tiempo,
si tienes suerte de que solo sea un tiempo y no toda la vida
y por el medio, los Santos Pontífices de la Psiquiatría
te embotan a pastillas de todos los colores y formas
que te harán dormir lo que nunca habías dormido,
que te quitarán y te robarán los sueños
y te los transformarán en profundos y sonoros ronquidos,
en resumen...
te inundarán de vacíos de amnesia
y te chuparán los recuerdos que aún conservas,
de repente, eres como una criaturita recién nacida,
no tienes antecedentes porque no te acuerdas de que los tienes,
no sabes si antes eras buena persona,
de si eras entrañable o no lo eras,
de si te gustaba jugar al Escondite o a las Muñecas
y a eso se le llama... tabla rasa o empezar de cero
y no preocuparos demasiado,
pues si remontas ésta crisis,
tendrás otras más en tu vida
y con cada crisis habrás más pastillas y más fuertes y más asesinas,
y a todo esto, no se le puede llamar Terapia
y se le debía llamar por su nombre,
¡puta Tortura!
porque primero... la valoración de cada uno es de cada uno,
es subjetiva y además (sería el segundo punto),
siempre te valorarás más que a los demás
(bueno esto es cierto, salvo cuando estás deprimido),
pero hablando en general, esto es casi ley de vida
y entremos en el tercero y sin ningún miedo...
el tercero trata de que no nos gusta oír los malos rollos de uno
y entonces si nos pavoneamos, si nos ponemos gallitos,
si alardeamos con todo nuestro plumaje....
después, no nos quejemos de las consecuencias,
si tu provocas a la plebe
la plebe pedirá tu Cabeza
y si me apuras, hasta te cortará los huevos,
pero hagamos la cronología de los hechos:
y la cosa empezaría como un ronroneo de Gato,
tú escucharías murmullos y miradas a tu espalda
y voces que se van haciendo gigantes
o por lo menos que se van haciendo gigantes dentro de tu Cabeza
y hasta que todo empieza a desbordarte como una riada descontrolada
y de ahí al siguiente paso hay un tris...
y la obsesión asoma su Cabeza dentro de tu Cerebro,
y de las miradas por la espalda pasamos a los puñales por la misma
y entonces, empieza la mayor de las persecuciones...
te sientes perseguido por todos,
por todos los que pasan a tu lado,
por todos los que pasan en la distancia,
por todos los que salen en la tele o en las películas,
también, por los amigos y conocidos...
y durante un tiempo te quedas atrapado en esa locura,
y digo, durante un tiempo,
si tienes suerte de que solo sea un tiempo y no toda la vida
y por el medio, los Santos Pontífices de la Psiquiatría
te embotan a pastillas de todos los colores y formas
que te harán dormir lo que nunca habías dormido,
que te quitarán y te robarán los sueños
y te los transformarán en profundos y sonoros ronquidos,
en resumen...
te inundarán de vacíos de amnesia
y te chuparán los recuerdos que aún conservas,
de repente, eres como una criaturita recién nacida,
no tienes antecedentes porque no te acuerdas de que los tienes,
no sabes si antes eras buena persona,
de si eras entrañable o no lo eras,
de si te gustaba jugar al Escondite o a las Muñecas
y a eso se le llama... tabla rasa o empezar de cero
y no preocuparos demasiado,
pues si remontas ésta crisis,
tendrás otras más en tu vida
y con cada crisis habrás más pastillas y más fuertes y más asesinas,
y a todo esto, no se le puede llamar Terapia
y se le debía llamar por su nombre,
¡puta Tortura!
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