De hecho... yo vivo
y vivo a lo grande, a lo loco, a lo intenso,
a lo alucinante, a lo alucinante intenso
y eso que vivo envuelto dentro de mi silencio,
en esa burbuja de hidrógeno y aire desquiciado,
pero tengo en ella, mi propia esquina o mi propio refugio subterráneo
y respiro por mis Pulmones de acero y por mis agallas de pez espada,
soy un ser simbiótico construido a golpe de tesón y convencimiento,
yo era una vieja idea dentro de un estercolero,
yo era de letras pero me vieron cara de ciencias,
tendrás que hacer Medicina, me dijeron los que entendidos en la materia
y yo con mis dudas, me puse a ello,
estudié como pude y no siempre lo que debía,
y a medida que pasaban los años fui entrando en materia médica
poco a poco me empezó a gustar el funcionamiento del cuerpo humano,
pero cuando más disfrutaba de ese nuevo descubrimiento,
empezó el capitulo de las enfermedades y de sus miserias,
pero a pesar de ello, me siguió gustando...
(el gusto es un estado anímico apenas conocido),
y porque una vez que te ves a punto de rematar la carrera,
sientes un subidón alucinante
y desde ahí, empiezas a navegar con viento de Popa y a toda vela,
claro que quedaba el último escollo,
había que currar y demostrar que algo sabías,
y en éste capítulo de mi vida,
fui un humano más que al principio anduvo perdido,
pero poco a poco y con suma paciencia
y colocando bien piedra sobre piedra,
cogí carrerilla y salí volando...
y así, hasta hoy en día,
y os puedo jurar una cosa:
que para lo que me queda en el convento antes me cagaré dentro
y que cada uno interprete mis palabras como le de la gana...
¿somos libres? o ¿no somos libres?
y vivo a lo grande, a lo loco, a lo intenso,
a lo alucinante, a lo alucinante intenso
y eso que vivo envuelto dentro de mi silencio,
en esa burbuja de hidrógeno y aire desquiciado,
pero tengo en ella, mi propia esquina o mi propio refugio subterráneo
y respiro por mis Pulmones de acero y por mis agallas de pez espada,
soy un ser simbiótico construido a golpe de tesón y convencimiento,
yo era una vieja idea dentro de un estercolero,
yo era de letras pero me vieron cara de ciencias,
tendrás que hacer Medicina, me dijeron los que entendidos en la materia
y yo con mis dudas, me puse a ello,
estudié como pude y no siempre lo que debía,
y a medida que pasaban los años fui entrando en materia médica
poco a poco me empezó a gustar el funcionamiento del cuerpo humano,
pero cuando más disfrutaba de ese nuevo descubrimiento,
empezó el capitulo de las enfermedades y de sus miserias,
pero a pesar de ello, me siguió gustando...
(el gusto es un estado anímico apenas conocido),
y porque una vez que te ves a punto de rematar la carrera,
sientes un subidón alucinante
y desde ahí, empiezas a navegar con viento de Popa y a toda vela,
claro que quedaba el último escollo,
había que currar y demostrar que algo sabías,
y en éste capítulo de mi vida,
fui un humano más que al principio anduvo perdido,
pero poco a poco y con suma paciencia
y colocando bien piedra sobre piedra,
cogí carrerilla y salí volando...
y así, hasta hoy en día,
y os puedo jurar una cosa:
que para lo que me queda en el convento antes me cagaré dentro
y que cada uno interprete mis palabras como le de la gana...
¿somos libres? o ¿no somos libres?
No hay comentarios:
Publicar un comentario