Supongamos que estamos,
que estamos preparados para todo...para lo sea...
que estamos dotados de un espíritu libre y solidario,
que somos y que estamos,
que valemos, que nos queremos,
que queremos más de lo que tenemos,
que lucharemos hasta el último aliento,
que seremos buenos compañeros y mejores personas,
que nos adaptaremos al medio como Camaleones
que seremos seres vivientes y nunca supervivientes,
que seremos ávidos de conocimientos y sentimientos,
que seremos voraces de ideas y creaciones,
amables con el gusto y el tacto,
comprensivos con la debilidad,
audaces en la toma de decisiones,
sensibles de receptores y de alucinaciones,
equilibrados dentro de un orden desordenado,
no rígidos, no de pensamiento único,
no autoritarios, no por encima de nadie,
en fin, seremos eso,
personas humanas que tienen ganas,
seremos seres con dos pieles,
una, la sensible, la que se regenera, la que crece
y que al final de ciclo,
se desprende en escamas de piel muerta
y tal y como hacen las Serpientes,
y la otra, la dura, la luchadora, la córnea
la que siempre cicatriza endurecida por el malos tratos de la vida,
supongamos que estamos,
que somos, que estamos, que volvemos a estar
que volvemos a ser, a querer, a amar, a soñar,
a decir te quiero cuando lo necesitas,
y no cuando te sientas correspondido,
es un te quiero espontáneo y nunca calculado...
y ese riesgo siempre y siempre merecerá la pena.
que estamos preparados para todo...para lo sea...
que estamos dotados de un espíritu libre y solidario,
que somos y que estamos,
que valemos, que nos queremos,
que queremos más de lo que tenemos,
que lucharemos hasta el último aliento,
que seremos buenos compañeros y mejores personas,
que nos adaptaremos al medio como Camaleones
que seremos seres vivientes y nunca supervivientes,
que seremos ávidos de conocimientos y sentimientos,
que seremos voraces de ideas y creaciones,
amables con el gusto y el tacto,
comprensivos con la debilidad,
audaces en la toma de decisiones,
sensibles de receptores y de alucinaciones,
equilibrados dentro de un orden desordenado,
no rígidos, no de pensamiento único,
no autoritarios, no por encima de nadie,
en fin, seremos eso,
personas humanas que tienen ganas,
seremos seres con dos pieles,
una, la sensible, la que se regenera, la que crece
y que al final de ciclo,
se desprende en escamas de piel muerta
y tal y como hacen las Serpientes,
y la otra, la dura, la luchadora, la córnea
la que siempre cicatriza endurecida por el malos tratos de la vida,
supongamos que estamos,
que somos, que estamos, que volvemos a estar
que volvemos a ser, a querer, a amar, a soñar,
a decir te quiero cuando lo necesitas,
y no cuando te sientas correspondido,
es un te quiero espontáneo y nunca calculado...
y ese riesgo siempre y siempre merecerá la pena.
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