SUICIDIOS Y NO SUICIDIOS

Hoy me siento flojo y algo alicaído,

pero tampoco os preocupéis demasiado...

de momento, no me voy a suicidar

y creo que más adelante, tampoco,

yo no soy mucho de suicidios y aledaños

y hasta en mis peores momentos

quedaba descartado el suicidio...

antes podía salir a la calle y gritar como un loco

o como hacen muchos y casi todos,

(aunque siempre hay algunos, que no)

podía agredirme sin matarme,

tomar pastillas dormideras pero no las suficientes,

mezclar priva asesina con las pastillas,

cortarme las Venas pero no todas,

siempre dejando una puerta abierta

y porque en el fondo, nunca me quise suicidar,

lo que no quiere decir,

 que no entienda al que sí quiere hacerlo,

lo entiendo pero no lo comprendo,

si lo comprendiera ya no estaría aquí

 queda muy bien decir

cada uno es muy libre de hacer lo que quiera,

pero yo sólo pido una cosa:

en mi casa, no lo hagas

y en mi coche, pues tampoco

hay muchos lugares por el mundo mucho mejores que mi casa,

hay trenes, hay puentes, hay túneles oscuros,

hay jeringuillas cargadas de muerte,

en fin, hay sitios maravillosos donde te puedes suicidar,

qué quieres un bello paisaje

te pones al borde de un precioso acantilado

qué prefieres que el suicidio sea lúgubre y tenebroso

y porque la situación así lo requiere

siempre tienes hermosos trenes que pasan por debajo

y cada media hora y con puntualidad británica,

no sé, por ejemplo el tren de las 10 es maravilloso para morir en el acto e ipsofacto,

aunque también lo es el de las 5 que circula a la velocidad del sonido...

en realidad el que se quiere suicidar,

lo hará tarde o temprano

y el que no quiera hacerlo le pasará lo que a mi,

 no me suicido ni ayer, ni hoy, ni mañana

y en el otro lado, tampoco,

en el otro lado estás muerto y podrido

y salvo que resucites, 

no encuentro otra posibilidad posible,

aunque lo de resucitar es un pegote que se echó Jesucristo.

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JULIO CORTÁZAR