EL DÍA ESTÁ NUBLADO

En realidad el día está nublado,

pasan los días y sigue todo nublado,

sigue ese tedioso tono gris que hacen más tediosos mis pensamientos,

los hacen más holgazanes y vagos,

como si le costara más meter la primera,

pero una vez que arrancan todo en mi se tambalea,

en días nublados yo funciono así,

funciono al ralentí y siempre calentando motores,

pero que nadie se engañe por mi apariencias de hombre dormido,

porque no, porque estoy ojo avizor

y duermo como las Gallinas sobre un palo de gallinero,

estoy atento a todo,

y al mínimo movimiento extraño yo me disparo,

hago como que duermo,

le doy a mi vida un tono aburrido,

pero es para que el enemigo se confíe,

para que piense:

a éste mierda yo me lo meriendo,

pero justo cuando alargue sus dedos,

le meto un mordisco que se los arranco de cuajo,

me llaman el rey del camuflaje

(que no el rey del Cachopo, ¡qué menudo menda asqueroso!)

yo simplemente me disfrazo del día que hace,

está nublado, me visto de tonos grises,

hace un sol del carajo, me adorno del color del cielo,

está entre lo uno y lo otro, me hago transformista e iré cambiando de tonos,

en fin, que hoy está nublado

y yo sigo en mis tonos grises con ganas de que sean azulados.

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JULIO CORTÁZAR