Hoy, poco tengo que decir,
bueno, en el tintero tengo muchas cosas a buen recaudo,
pero no sé como decirlo...hoy no es mi día...
y entonces lo más prudente es y será... no decir nada
o casi nada o decir muy poco...
el tema de hoy es que he currado todo el día
y mis mejores y más inspiradas horas se las he dedicado al trabajo,
supongo que el paciente lo agradecerá,
aunque normalmente mis pacientes no me dicen nada
o me dicen muy poco y porque apenas pueden decir dos palabras,
tampoco yo les pido que me hablen y que me cuenten,
porque la evidencia clama al cielo y no puedo pedir Peras al Olmo,
pero cuando se puede se habla e intercambiamos frases sueltas,
sin orden pero casi siempre hablando sobre el estado de su enfermedad,
vamos, como toca y debe tocar...
y yo soy de la escuela de un poco de cal y otro de arena,
un poco de su enfermedad y otro poco de cualquier tontería u observación,
y para así despistar un poco su agudizado radar,
que en la enfermedad les trabaja al cien por cien y al mil por cien,
que a cualquier palabra que digas se agarran a ella
o se hunden más con ella,
hay que tener arte para hacerlo bien,
... tampoco me interpretéis mal,
no quiero decir que soy el mejor,
(pero tampoco soy el peor)
yo simplemente digo lo que hago
y mi valoración es mi puto problema,
pero tan mal no lo debo hacer
y estoy seguro que lo puedo hacer mucho mejor,
y ahí, en la autocrítica es donde está el quid de la cuestión
y ahí no hay puntos intermedios
o eres autocrítico o lo eres dos veces...
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