
Supongo que tendría que ser así,
que aquel duro y frío final... estaba escrito
y simplemente nos montamos en un tren llamado destino,
tú te bajaste en una parada
y yo me bajé en la siguiente
y el trozo que recorrimos juntos
fue una ilusión óptica y cuando menos que alucinatoria,
yo estoy convencido de que te he inventado,
de que te puse Rostro y Cuerpo,
claro que es imposible inventarse el Alma de alguien,
pero hice mis ajustes dentro de mi disco duro
y acoplé tu Rostro y tu Cuerpo al Alma que me enseñaste,
en fin, me gustó más tu Alma que la construcción de tu Cuerpo,
pero lo dicho...
aquel duro y frío final... estaba escrito con letras de sangre
y metralla de trozos de carne,
en fin... que somos Piel envolviendo carne picada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario