
Que Yo recuerde,
me había ido,
dejé de estar,
salté al vacío...
y llegué a tocar la otra orilla,
es más, me reincorporé a mi lucha del día a día,
mis armas fueron mis manos,
mis balas fueron mis pequeños huesos,
mis sueños se convirtieron en brillantes versos,
por tanto y que Yo recuerde,
antes de conocerte...ya había huido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario