
Cuando yo toque el cielo,
no habrá quién me pare,
me colaré por una rendija celestial
y desde allí diré:
amado pueblo
juntos somos muchos,
disueltos seremos menos,
callados y sumisos nunca venceremos...
amado pueblo tenemos que rebelarnos,
mi revolución pendiente (que también es la vuestra)
requiere mucha dosis de paciencia
y muchos planes de estrategia,
y paso a paso y verso a verso
venceremos en el Universo.
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