MÁS VALE ESTAR SÓLO QUE MAL ACOMPAÑADO










Son 63 años viviendo a tope,

bueno, hay que decirlo todo,

algunos (que no muchos)

estuve moribundo en vida,

no sé, había decidido desparecer a través del lado triste de la vida

y todo en mi era lacio, penoso y lánguido,

era como un aullido en un continuo lamento,

también hay que decirlo,

por el medio tenía mis grandes días

y no sé si era por efecto rebote ante tanta languidez

o porque aún conservaba un resquicio de rebeldía,

y esos días eran grandes,

grandes de grandes, inmensos,

bestiales, alucinantes, imaginativos,

vitales al cien por cien...

hasta que la cuerda se acababa de repente y sin previo aviso

y de nuevo había que bajar a los Túneles malolientes y siniestros

y entonces entraba en modo Topo

y venga a buscar una salida a mi vida

y venga a dar vueltas alrededor de mi Ombligo

y después de un largo tiempo

llegaba de nuevo, un hermoso día...

pero Yo sigo pensando que la relación del estar bien y mal viene a ser

(me refiero en plan global a lo largo de mi vida):

 -un 60 % de estar bien y cojonudamente

 -y un 40 % de ir de arrastrado por la vida

Y ahora ¿como me encuentro?,

pues me encuentro en el lado zen de la vida:

 - no me peleo contigo porque no merece la pena

 y porque sobre todo soy un devoto de la Paz terrenal,

 - no me grites que no me gusta que me griten

 - y si te quieres ir...ya sabes...ahí está la puerta

y es más, si quieres te acompaño hasta ella...

en definitiva considero que:

-que casi nada me debe alterar,

-que vivo mucho mejor en paz y armonía,

 -que detrás de ti (de quién seas) estará otra persona

y digámoslo claramente...

si no hay nadie detrás de ti no pasa nada,

incluso a veces esa idea, me reconforta más,

porque al final siempre concluyo lo mismo,

"más vale estar sólo que mal acompañado"

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JULIO CORTÁZAR