
Tambores lejanos,
ideas inciertas,
oscuros presagios
y yo en el medio de dos ideas,
una, merece la pena,
la otra, da más pena que gloria
y entonces se pone en marcha mi máquina de decisiones,
por aquí, pesa más esto,
por allá, hay que restar lo negativo
y al final ¿qué queda?
pues queda lo intuitivo y lo que menos pensabas...
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