Me dijeron
vente con nosotros
aquí siempre tendrás un sitio
y yo sin pereza ninguna
desembalé mi mochila de andar por la vida,
aquí estoy, dije a modo de saludo,
vengo dispuesto a dejarme la piel,
hombre tampoco te pases, me respondió alguien,
nosotros llegamos como tú,
dispuestos a dar un do de pecho,
pero nos reunimos en asamblea
y decidimos darnos un respiro:
todo lo que se da, se da hasta cierto punto,
se da y se reparte y se suma y se resta,
por tanto, todo se comparte,
pero nada de rasgarse las vestiduras
y ser el más sacrificado de todos,
hasta el sacrificio debe ser compartido
y el sufrimiento, también,
estamos para lo bueno y para lo malo
y además,
tu mochila puede ser muy interesante,
vamos a indagar un poco:
naciste en la ciudad de Vigo,
lo primero que viste fue el océano Atlántico,
ese día llovía a mares y hacía frío,
empezaba a salir el sol
(eran las 6 de la mañana)
en ese mismo instante y a lo lejos
se escuchó la bocina de un barco,
era día de bruma intensa y niebla densa,
era un día 5 de Febrero de un año cualquiera,
pero creo recordar que era en los albores
del año 1.956
(Sólo he descrito el momento de mi nacimiento
y aún así, no del todo. Siempre quedan cosas en el tintero.
Os juro que habrá más...)
vente con nosotros
aquí siempre tendrás un sitio
y yo sin pereza ninguna
desembalé mi mochila de andar por la vida,
aquí estoy, dije a modo de saludo,
vengo dispuesto a dejarme la piel,
hombre tampoco te pases, me respondió alguien,
nosotros llegamos como tú,
dispuestos a dar un do de pecho,
pero nos reunimos en asamblea
y decidimos darnos un respiro:
todo lo que se da, se da hasta cierto punto,
se da y se reparte y se suma y se resta,
por tanto, todo se comparte,
pero nada de rasgarse las vestiduras
y ser el más sacrificado de todos,
hasta el sacrificio debe ser compartido
y el sufrimiento, también,
estamos para lo bueno y para lo malo
y además,
tu mochila puede ser muy interesante,
vamos a indagar un poco:
naciste en la ciudad de Vigo,
lo primero que viste fue el océano Atlántico,
ese día llovía a mares y hacía frío,
empezaba a salir el sol
(eran las 6 de la mañana)
en ese mismo instante y a lo lejos
se escuchó la bocina de un barco,
era día de bruma intensa y niebla densa,
era un día 5 de Febrero de un año cualquiera,
pero creo recordar que era en los albores
del año 1.956
(Sólo he descrito el momento de mi nacimiento
y aún así, no del todo. Siempre quedan cosas en el tintero.
Os juro que habrá más...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario