Recuerdo que no me acuerdo,
recuerdo la nada y sus extrañas circunstancias,
recuerdo el tiempo sin tiempo
y el del contratiempo y el de destiempo,
y casi siempre...
y casi siempre no llegando a tiempo.
Recuerdo el buscar argumentos en los bolsillos del tiempo,
es que me pasó esto
o sino me pasó lo otro
y la culpa no fue mía,
y sobre todo y por encima de todo (repito)
que la culpa no fue mía
y entonces se supone que fue de otro,
de un sujeto o de un objeto
o fue el azar,
el puto azar de mierda,
el que me puso la zancadilla...
Recuerdo que he dicho tantas mentiras,
que ahora no sé,
lo que es verdad y lo que es mentira.
Recuerdo que he existido, que he vivido,
que me han pasado cosas trágicas y cómicas
y sencillas y complicadas y llanas y curvas...
y que a veces, he salido vivo de milagro
y que en otras, he despertado en camas impensables.
Recuerdo mi mundo de traiciones y sus puñaladas por la espalda,
recuerdo al sol dándome en la cara
y yo sentado en el borde de un muelle (a saber ¿cual era?),
pensando, siempre pensando y viendo pasar los Barcos...
pensando en que era posible vivir en otro mundo,
lejos de la mentira del día a día
y de las rutinas en que habíamos caído.
Recuerdo mundos paralelos
con poco sol y mucha lluvia
con muelles de ensueño y vientos cruzados,
con olores a jazmín y dama de noche,
yo vestido con los colores de la noche,
con la Luna llena en mi solapa,
con algunas nubes sobre mi cabeza,
con mi cabeza iluminada por la esperanza
y con mis versos tejiendo Poemas más allá del tiempo.
recuerdo la nada y sus extrañas circunstancias,
recuerdo el tiempo sin tiempo
y el del contratiempo y el de destiempo,
y casi siempre...
y casi siempre no llegando a tiempo.
Recuerdo el buscar argumentos en los bolsillos del tiempo,
es que me pasó esto
o sino me pasó lo otro
y la culpa no fue mía,
y sobre todo y por encima de todo (repito)
que la culpa no fue mía
y entonces se supone que fue de otro,
de un sujeto o de un objeto
o fue el azar,
el puto azar de mierda,
el que me puso la zancadilla...
Recuerdo que he dicho tantas mentiras,
que ahora no sé,
lo que es verdad y lo que es mentira.
Recuerdo que he existido, que he vivido,
que me han pasado cosas trágicas y cómicas
y sencillas y complicadas y llanas y curvas...
y que a veces, he salido vivo de milagro
y que en otras, he despertado en camas impensables.
Recuerdo mi mundo de traiciones y sus puñaladas por la espalda,
recuerdo al sol dándome en la cara
y yo sentado en el borde de un muelle (a saber ¿cual era?),
pensando, siempre pensando y viendo pasar los Barcos...
pensando en que era posible vivir en otro mundo,
lejos de la mentira del día a día
y de las rutinas en que habíamos caído.
Recuerdo mundos paralelos
con poco sol y mucha lluvia
con muelles de ensueño y vientos cruzados,
con olores a jazmín y dama de noche,
yo vestido con los colores de la noche,
con la Luna llena en mi solapa,
con algunas nubes sobre mi cabeza,
con mi cabeza iluminada por la esperanza
y con mis versos tejiendo Poemas más allá del tiempo.
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