Sin sustancia,
yo soy insustancial,
no sepo a nada,
huelo a quemado,
por mi ha pasado Atila y sus huestes y en forma de mujer,
¿secuelas?
yo de cuerpo sigo intacto,
tengo los mismos ojos,
la misma piel de terciopelo,
el mismo olor a don nadie,
la misma lengua viperina,
el mismo aliento a ser incomprendido,
y hasta mis dedos escriben sin pedir nada a cambio,
¿y mi mente?
mi mente está tan tocada con antes,
se afloja con la humedad ambiental
y se dispara al llegar la nocturnidad,
soy ave nocturna en una playa desierta,
soy aquel granito de arena que entró en ojo ajeno,
soy la molestia perpetua y continua,
soy aquella alma perdida que nunca pudo encontrar su Cuerpo.
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