Como dice la canción de Fito Fitipaldi: "Yo soy de querer de querer", pero no soy de un amor para toda la vida, como más adelante dice la misma canción. Bueno no lo soy, porque no tuve un amor que me durara toda la vida. Sino ya veríamos lo que diría. Los tuve largos y los tuve cortos pero intensos. Y hasta ahora no me había arrepentido de ninguno...pero el tiempo es el juez más inapelable que hay y ha dictaminado que...que no todo ha sido coser y cantar y alguno, que lo tenía su recuerdo entre algodones y por eso de no hurgar demasiado en el puto tema, ha cambiado de categoría y por eso me sale un pulgar apuntando para abajo. Vamos a ver, mi novia de la Uni (universidad) al decir de ella refiriéndose a mi persona, su imagen se vino abajo y con todo su estrépito. Más de 40 años después te habla como si fueras gilipollas. Por tanto, tachada y empaquetada.
Hubo otra novia de la Uni que duró unos años y que hace como 7 años le mandé un saludo por las redes (hacía más de 30 años que no sabía nada de ella, pero ella tampoco sabía de mi) y hola y que tal y te has casado y has tenido hijos...pues sí, a las dos cosas. He estado felizmente casado y he tenido 3 maravillosos hijos. Pues la tía me contestó con desprecio, que ella no y como si yo hubiera tenido la puñetera culpa de su puta historia. Bueno en aquellos tiempos yo era de los que pensaba que casarse ¿para qué? y así fue y hasta que dejé de pensar de esa forma y porque me da exactamente igual que uno se case o se empareje o le den por el culo. Pues nada, que como se puso tan borde, dejé de hablarle por las redes y desde esas fechas no sé más de ella. Hay mucho resentimiento guardado en el fondo de su alma, pero no sé como ni el porqué. Y sino que lo diga ¡coño! que los dos rondamos los 60 años, pero creo que moriré sin saber el porqué de ésta historia.
Mi historia de amor más larga fue con la mujer que tuve tres hijos y que por cosas que ahora no viene a cuento contar, nos acabamos divorciado. Pero de alguna forma seguimos unidos, supongo que los hijos comunes influyen mucho y bueno y tan bien, el gran respeto que nos tenemos mutuamente. Yo me saco el sombrero ante ella y le besaría los pies y en señal de reverencia. He tenido más amores que a su vez fueron más cortos pero no menos intensos. Y con una de ellas, me llevo educadamente hablando (a veces nos mandamos un mensaje o un saludo desde la larga distancia que nos separa) y con la otra, me mal llevo. Y soy el culpable y entono el mea culpa. Pero no puedo estar por fuera, sonriendo y por dentro, estar ardiendo. Por tanto, por mi parte es agua pasada que no mueve molino y por la suya, no sé lo que es, ni quiero saberlo. "Mortuus est" y punto. Y no hay más que hablar.
Hubo otra novia de la Uni que duró unos años y que hace como 7 años le mandé un saludo por las redes (hacía más de 30 años que no sabía nada de ella, pero ella tampoco sabía de mi) y hola y que tal y te has casado y has tenido hijos...pues sí, a las dos cosas. He estado felizmente casado y he tenido 3 maravillosos hijos. Pues la tía me contestó con desprecio, que ella no y como si yo hubiera tenido la puñetera culpa de su puta historia. Bueno en aquellos tiempos yo era de los que pensaba que casarse ¿para qué? y así fue y hasta que dejé de pensar de esa forma y porque me da exactamente igual que uno se case o se empareje o le den por el culo. Pues nada, que como se puso tan borde, dejé de hablarle por las redes y desde esas fechas no sé más de ella. Hay mucho resentimiento guardado en el fondo de su alma, pero no sé como ni el porqué. Y sino que lo diga ¡coño! que los dos rondamos los 60 años, pero creo que moriré sin saber el porqué de ésta historia.
Mi historia de amor más larga fue con la mujer que tuve tres hijos y que por cosas que ahora no viene a cuento contar, nos acabamos divorciado. Pero de alguna forma seguimos unidos, supongo que los hijos comunes influyen mucho y bueno y tan bien, el gran respeto que nos tenemos mutuamente. Yo me saco el sombrero ante ella y le besaría los pies y en señal de reverencia. He tenido más amores que a su vez fueron más cortos pero no menos intensos. Y con una de ellas, me llevo educadamente hablando (a veces nos mandamos un mensaje o un saludo desde la larga distancia que nos separa) y con la otra, me mal llevo. Y soy el culpable y entono el mea culpa. Pero no puedo estar por fuera, sonriendo y por dentro, estar ardiendo. Por tanto, por mi parte es agua pasada que no mueve molino y por la suya, no sé lo que es, ni quiero saberlo. "Mortuus est" y punto. Y no hay más que hablar.
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