Hoy por fin, día post lluvia sana y como tenía que ser. Huele a mojado y fresco. Huele a tierra que sale de nuestras entrañas hechas de polvo mojado y paja húmeda. Los muertos huelen igual, huelen igual si están bien embalsamados y a resguardo de las moscas putrefactas y de los gusanos comedores de carne descompuesta. Que agradable estoy, pero ¡que agradable!. Empiezo por la hermosura de la lluvia y acabo en un puto cementerio lleno de moscas, ratas y gusanos que se comen entre otras cosas, los ojos del difunto y allí anidan depositando asquerosos huevos que se convertirán en larvas y que a su vez, acabarán siendo putas moscas de estercolero colándose hasta el cerebro por el nervio óptico ya sin vainas ni membranas que lo recubran.
La vida crea más vidas y no por ello hay que poner las alarmas en estado de alerta. Lo natural, muchas veces es muy desagradable y además, no se puede estar todo el día diciendo cosas bonitas y entrañables. De vez en cuando hay que meter por el medio alguna traición sin perdón o algún desacierto o metedura de pata de las que te cagas o alguna asquerosidad que te invada de asco...pero eso sí, hay que decirlo y pedir el consabido perdón a la peña y el tente tieso. O sea, hay que atenerse a las consecuencias de tus putos hechos. Y es más sino te atienes a sus consecuencias vendrá el vengador que en un futuro más próximo o más lejano, te hará comer tu propia mierda. De eso, nadie se libra. Tarde o temprano todo se paga.
Las ideas duelen, pero lo que más duele de todo, es la venganza. Ser vengativo es un trabajo muy mal remunerado y por estar poco reconocido y valorado. La venganza es algo tan humano como lo es el amor, pero el amor se premia y en cambio la venganza se castiga o se repudia. Y vamos a ver, una cosa es que tu mates a alguien por venganza y otra muy parecida es que tu mates a alguien por amor. La muerte tanto en la venganza como en el amor más apasionado, nunca estará justificada. No se debe matar bajo ninguna circunstancia o así debía de ser. Ahora bien, la venganza sin muerte es todo un derecho humano que puede estar plenamente justificada (aunque la otra parte, nunca lo reconocerá).
Y quién diga lo contrario es que no reconoce el mundo de los instintos humanos y el universo de los hechos más animales y ancestrales. Yo, cuando me vengo, me vengo arriba y disfruto como un cosaco viendo sufrir a la otra persona (bueno, si conocéis mi sentido del humor, ya sabéis perfectamente por donde voy). Y ¿porqué?...pues porque antes me había jodido esa persona y me da igual que fuera por omisión o porque realmente yo era su puto objetivo. El hecho está ahí y es real y porque se palpa y se toca y su razón de ser es... es porque esa persona me había jodido (motivo)...pues ahora toma dos tazas de caldo vengativo y lo quieres a temperatura ambiente, frío o caliente. Aunque hay una peli que se titula: "la venganza siempre se sirve fría". Pero yo regalo éstas tres posibles opciones al proveedor.
La vida crea más vidas y no por ello hay que poner las alarmas en estado de alerta. Lo natural, muchas veces es muy desagradable y además, no se puede estar todo el día diciendo cosas bonitas y entrañables. De vez en cuando hay que meter por el medio alguna traición sin perdón o algún desacierto o metedura de pata de las que te cagas o alguna asquerosidad que te invada de asco...pero eso sí, hay que decirlo y pedir el consabido perdón a la peña y el tente tieso. O sea, hay que atenerse a las consecuencias de tus putos hechos. Y es más sino te atienes a sus consecuencias vendrá el vengador que en un futuro más próximo o más lejano, te hará comer tu propia mierda. De eso, nadie se libra. Tarde o temprano todo se paga.
Las ideas duelen, pero lo que más duele de todo, es la venganza. Ser vengativo es un trabajo muy mal remunerado y por estar poco reconocido y valorado. La venganza es algo tan humano como lo es el amor, pero el amor se premia y en cambio la venganza se castiga o se repudia. Y vamos a ver, una cosa es que tu mates a alguien por venganza y otra muy parecida es que tu mates a alguien por amor. La muerte tanto en la venganza como en el amor más apasionado, nunca estará justificada. No se debe matar bajo ninguna circunstancia o así debía de ser. Ahora bien, la venganza sin muerte es todo un derecho humano que puede estar plenamente justificada (aunque la otra parte, nunca lo reconocerá).
Y quién diga lo contrario es que no reconoce el mundo de los instintos humanos y el universo de los hechos más animales y ancestrales. Yo, cuando me vengo, me vengo arriba y disfruto como un cosaco viendo sufrir a la otra persona (bueno, si conocéis mi sentido del humor, ya sabéis perfectamente por donde voy). Y ¿porqué?...pues porque antes me había jodido esa persona y me da igual que fuera por omisión o porque realmente yo era su puto objetivo. El hecho está ahí y es real y porque se palpa y se toca y su razón de ser es... es porque esa persona me había jodido (motivo)...pues ahora toma dos tazas de caldo vengativo y lo quieres a temperatura ambiente, frío o caliente. Aunque hay una peli que se titula: "la venganza siempre se sirve fría". Pero yo regalo éstas tres posibles opciones al proveedor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario