Alguien de por ahí me podría decir...
¡que no!,
que nada es lo que vemos o creemos,
que el demonio tiene que tener dos rabos,
que si yo te digo
¡te amo!
tienes que creerme
y que si te digo lo contrario,
también me tienes que creer
que yo no apunto en una sola dirección,
y cuando te digo
que la vida es una autopista con dos direcciones,
es tan fácil...que no sé...
quizá debí decirte
que después del amor viene el desamor
y que los campos se cubrirán de dulce venganza
y a lo que llamamos amor...
...fun....
resulta que desapareció.
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