LA LUNA NO ES MÍA

La Luna no es mía,

ni quiero que sea una extensión de mi cuerpo,

me llega con tirar del hilo invisible

y ponerla encima de mi cabecero,

 ...a partir de ahí...

que sea mi propia luz lunática,

 que me conmueva como mueve los mares y océanos,

 que me encoja y que me estire como un muñeco de goma

 que me comprima y que me expanda como una ola gigante,

que me remueva por dentro y que me acaricie por fuera

que me de las buenas noches en forma de beso

que cuando me despierte después de un sueño,

que me diga...

¡te quiero!

que si me ve con miedo

que me proteja con sus entrañas de acero,

 que sea...que sea mi compañera de lucha,

de codo con codo y en medio de barricadas y hogueras,

que me ilumine por los senderos del bosque,

que sea mi estímulo por las calles de una ciudad sin vida,

que sea ella con toda su belleza de luna,

que sea una luz blanca en la más oscura noche,

que seas mi luna sin ser mía,

siempre presente... 

y siempre dueña de mi destino final...

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JULIO CORTÁZAR