Me sabe mal...me dicen por aquí y para decirme que no tienen algo que les pido en concreto. Me sabe mal me dicen... y si les sabe bien, pues tampoco lo tendrán. Por tanto ¿que tiene que ver el sabor de las cosas con la falta de aprovisionamiento?. Porque el vivir en una Isla tiene sus buenas cosas y muy buenas, pero entre las malas está que a la mínima de cambio uno se queda sin aprovisionamiento posible. Bueno, tiene eso y que todo lo que hay se encarece y porque debe de venir en avión de superlujo y no en barco como viene y empaquetado en hermosos contenedores donde cabe un mundo y dos y tres. A veces dentro de un contenedor cabe la misma vida y te la traes montada en módulos o etapas vitales evolutivas. Y ya puestos y si te quedas sin algo específico y que en ésta Isla en donde vivo se han quedado sin repuesto (cosa bastante frecuente)...pues pasa que hay que pedirla a la Península y eso es un proceso tan lento y tan cansino, que a veces hasta te olvidas de tu pedido. Todo se encarece y tarda y retarda. Y estamos en lo de siempre y todo esto pasa porque siempre hay algún listillo que quiere aprovecharse de ésta situación y lo encarece todo y lo enlentece de tal manera, que acaba aburriéndote. Y si lo hace el uno, lo hace el otro y al final, lo hacen casi todos. Claro que después, salen los predicadores de las bonanzas del comercio local y ¿cual son?. Pues habría que preguntárselo a ellos...No sé, puede que sea que te valga el doble el mismo producto. Siempre sale alguno que te habla de que hay que comprar en el comercio de tu barrio...Vale yo compro...pero dime a cuento compro y si tengo que pagar el doble. Yo tengo mi propia economía (que normalmente es un puto desastre), pero es mi economía y sé y puedo demostrar que no puedo ir tirando el dinero en apoyar a un comercio local que la mayoría de las veces, nos estafa y que se ríe de nosotros a carcajadas. Vamos a ver, yo me gano mi sueldo con el sudor de mi frente y si tuviera un apartado dentro de mi nómina que dijera ésta parte de la pasta es para despilfarrar o tirar o quemar, pues ya lo haría yo si quisiera (de hecho, hay una gran parte de verdad en éste pensamiento tan crudo y realista). Pero yo no regalo mi pasta y menos al que intenta meterme un pufo por algo que no es y que no se debería de hacer. Te cobran la gestión a precio de oro. Pues para eso me cobro yo la gestión por internet y además, me la dejan en la puerta de mi casa y por la vía rápida.
Si alguien quiere competir, primero que compita por los servicios y después ya habrá tiempo de competir por los precios. Pero no al revés y primero te estafo y después ya veremos si llega y porque las cosas desde la Península tardan meses en llegar y bla, bla, blá.... Los humanos nos adaptamos demasiado bien a lo que tenemos y si observamos una carencia en algún servicio determinado, en cambio de buscar soluciones, lo que hacemos es profundizar en esa carencia y primero, encarecemos el servicio y segundo ya tenemos un argumento universal para hacernos de oro y ya todo vale y ya todo se justifica pero a la vez, todo se encarece. La pasta manda y no me sabe nada mal decirlo...la pasta produce cortocircuitos cerebrales que poco a poca van deformando el análisis de la realidad...y lo más increíble de todo, es que llegamos a creernos el cuento del lobo feroz y de caperucita.
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