SOY MELANCÓLICO PERO NO SOY LÁNGUIDO

Voy a apostar todo lo que tengo,

voy quebrado pero no muerto,

me la juego a cara o cruz,

ni satisfecho, ni vencedor,

ni águila invencible,

soy más del sur,

camino a cuatro patas,

ardo con fugacidad,

soy maleable y moldeable

aunque siempre diga

"tengo mis principios"

y con mi mejor cara de perro....

me gusta impresionar

y toser en la cara del enemigo 

y desfilar por el pasillo,

gritar ¡Oéé! los domingos por la tarde,

y para quitarme el tedio en el que vivo.

Me gustan los lunes al sol

y los martes entrañables,

el sábado lo dejo para los amigos,

para aquellos amigos que tenía,

ahora mis amigos son mis fantasmas,

hablo, convivo y sueño con ellos

y por eso les tengo un día dedicado,

para no sobrepasar los límites de lo imaginario.

Los jueves duermo la siesta

y porque un día a la semana, toca,

y es que un día me dije

¿y porqué no va a ser un jueves?

y desde esas duermo mi siesta con puntualidad espartana.

El miércoles voy de paseo,

aunque es de humanos reconocer

que me salto muchos de ellos,

ahora me cuesta un huevo y la yemas del otro,

ahora me siento cómodo tirado en mi sofá

y como mucho sentado a escribir lo que mejor puedo,

ejercito dedos y poco más,

bueno sí, el cerebro

y porque el escribir me hace pensar,

recordar y añorar.

Soy melancólico pero no soy lánguido.

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JULIO CORTÁZAR