
El tiempo pasa
y no me estorba por ahora,
aunque noto sus tentáculos
haciéndome cosquillas debajo de mi esternón,
el tiempo pasa
y suena como ese río que languidece
bajo mi balcón,
que sé que se engrandece y se crece
y que se me hace río con letras mayúsculas de neón,
pero para mi nunca será grande,
porque será ese río que a veces se encoje
y que en otras se desborda porque se hace mayor,
mismo como yo,
que me hago grande y me hago mayor
y no encuentro el sentido a las noches sin luna,
en realidad me hago viejo y enjuto,
quepo en una lata de cerveza
y cuando salto toco el techo de mi yo,
yo, tengo un límite
y como el tiempo pasa y pasa sin condición,
creo que me encuentro
dentro de su reloj de arena
y ¡ahhhh! el tiempo
y ¡ahhhh! mi obsesión por el paso del tiempo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario