COMO PODRÍA HABLAR DE AQUÉL ESCOTE








Como podría hablar de aquel escote

sin ponerme a temblar

tan de las profundidades de la noche más oscura,


tan de boca estrecha y comprimida

tan de raíces ancladas en el fondo del tórax

tan de suaves dedos dibujando ascensos interminables

y a su vez, descendiendo sin frenos hasta el averno,

tan de batallas alrededor de la cumbre,

tan de pezón eréctil y erguido,

y diciendo al mundo...aquí estoy...

me acabo de despertar

y ahora soy un volcán que escupe lava y fuego,

y mientras un dedo acaricia

la parte más sobrecogida

que ahora se transforma en una cereza

con sabor a fresa con un ligero toque a canela.

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JULIO CORTÁZAR