EL MAR









Comíamos a cualquier hora del día,

nos despertábamos en sábanas sudadas,

a veces algo acartonadas de tantos sudores

y a veces tristes por tanto llorar sin consuelo,

nos queríamos con los dedos cruzados,

siempre decíamos o pensábamos...

a ver si hoy tenemos la suerte de cara,

desayunábamos tarde

y con cara de cruel resaca 

nos prometíamos que íbamos a cambiar,

y al final, 

resulta que cambiamos,

de ti me lo supongo,

(son muchos años sin verte y sin saber nada de ti),

pero tengo ese pálpito...

y de mi te lo puedo decir a ciencia cierta,

soy otro en el mismo que cuerpo que antes,

emigré dentro de mi,

me fui a vivir a una isla solitaria

y así todas las mañanas puedo ver el mar,

el mar y yo somos compañeros de viaje,

antes...me lo suponía

y ahora sé... que no podría vivir sin él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR