Hay que ser maduro
o mejor dicho
hay que ser como Nicolás Maduro
y ponerse el mismo chándal patriotero
y hablar
como si todos los días se te apareciera la virgen,
...el mundo y sus verdades de fe...
desde el Vaticano al Trump
desde el Putin al López Obrador,
(el Bolsonaro no cuenta
porque ese tío va de nazi declarado),
pero en esa lista faltarían
el Boris Johnson
y el susodicho Nicolás Maduro,
y para que después se diga
que en el mundo no hay líderes populistas,
plantas uno y salen 50
y a cada cual peor que el otro,
su idea es ser árbol que no deja ver el bosque,
él es el árbol y él es el bosque,
y tú eres el que tienes que admirar
como predica el árbol y el bosque,
en su foto sólo cabe uno,
él y sólo él
y él dando un discurso,
y él saliendo al balcón a saludar a las masas,
él presidiendo su gobierno de pandereta,
que sin él no sería nada,
porque él es el gobierno
y los que salen a su alrededor
son parte de sus súbditos más leales
(los que se la chupan mejor)
que gracias a él
o a su líder,
que sigue siendo él,
podrán seguir viviendo y parasitando...
ellos repiten esto como un mantra
yo soy el foco
y tú mi querido paisano
eres una mierda pinchada en un palo
y de nuevo,
gracias a mi puedes seguir vivo
y sin pasar hambre...
bueno, hasta que la pasas
pero entonces la culpa es del enemigo
que suele ser un enemigo inventado,
desde luego de él nunca es...
¡ni nunca lo será y Amén!

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