
Que hago yo animándote,
cuando tu ánimo es el desánimo,
y cuando tu historia es un aullido interminable,
que hago yo perdiendo el tiempo
y venga no te deprimas,
que ahora lo ves así,
pero mañana será diferente,
lo que no queda claro
en que sentido irá esa diferencia,
si irá a peor
(lo más probable)
o si irá mejor
y por el poder que otorga la magia,
porque el ánimo también es algo mágico.
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