
Mi saldo contigo
está en números rojos,
tú me debes más de lo que yo te he dado,
me debes tardes enteras,
días de julio y en pleno agosto,
días de hermosa lluvia
y de maravillosas noches de luna llena,
tú me debes un montón de cosas,
yo puse poemas a tus pies
y cada poema fue un parto difícil y doloroso
que tu celebraste entre comedida y ponderada,
yo, como decírtelo y para que tú lo entiendas...
para escribirte esos poemas,
tuve hemorragias en mis intestinos
y una verdadera diarrea de palabras
inundó mi alma con versos,
cada palabra arrancada de mi,
fue como una muela sacada sin anestesia
y cada verso a ti dedicado,
fue como desatar una tormenta de sentimientos,
por el medio han quedado
mucho dolor,
demasiada nostalgia
y un ardor en la boca de mi estómago...
¡y todo esto me lo debes!
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