
He crecido en el sentido inverso,
es decir, he decrecido...
pero voy disminuyendo por la vida con la conciencia muy tranquila,
aunque a veces me hago tan pequeño
que ni siquiera yo me veo,
me vuelvo átomo
o molécula de verso suelto,
hablo en el más absoluto silencio,
escucho palabras que jamás fueron pronunciadas,
y hay días en que oigo ruidos tenebrosos,
a veces tengo miedo,
tengo miedo a perderme por alguna vereda de mis ideas,
o como decirlo
tengo miedo a colarme por alguna rendija de mis sentimientos,
soy delicado y a la vez temeroso del vacío de la nada,
antes que la nada prefiero la osadía del todo,
prefiero la tarde a la mañana
y el día a la noche
y si me apuras...
prefiero la madrugada del lunes
a la del sábado.
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