
Con el calor
yo me abro en dos mitades,
y si pudiera y me dejaran me abriría en cien partes,
cien pequeñas partes de mi,
cien pequeños monstruos con tentáculos y cuerpos extraños,
con pinzas de depilar en los costados,
con jeringuillas pinchadas en las pupilas,
con los dientes crecidos por tanto amar,
rezumando desamor por todos los poros
y esperando que llegue mi eclipse, de una puta vez,
no el de mi muerte
sino el del sueño de una noche de verano
pues entonces...
todo se irá refrescando...,
yo vivo en otoño e invierno,
lo llevo bien en primavera
y en el verano
me entran unas ganas locas de matarme,
pero al final, no me mato
y sobrevivo con un pez fuera del agua,
es decir...
sobrevivo hasta que me muero.
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