Nada de compasiones,pues todo se pudre dentro de mi,
y cuando algo se pudre sabe y huele a muerto
y a veces huele a jazmín,
pero pocas veces huele a jazmín,
las otras muchas veces
huelen a cadáver resucitado
y con colgajos de carne y piel colgando de sus huesos,
no hay flores silvestres en un jardín podrido,
ni rosas, ni tulipanes,
ni hermosas hortensias,
ni siquiera hay una rosa del desierto,
hay desierto pero no hay rosas
y un jardín sin rosas no es un jardín,
es un placebo al que llaman jardín,
es lo mismo que me llaman a mi,
me llaman Bruno
y ya quisiera yo... oler a jazmín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario